Por Juan Tomás Valenzuela
Don Hipólito Mejía
es todo un intelectual
comparado al animal
del mudo y su cofradía.
Gonzalo, es una yautía,
paráo frente al de Gurabo,
hasta se le enreda el rabo
si hace alguna alocución,
sea un tema de corrupción
o algún otro menoscabo.
La vez que le preguntaron
que quien arreaba su yunta,
la de jefe de la Junta
y los que lo postularon,
obviamente lo enredaron
con tán capciosa disyunta,
y al tratar de asir las puntas
del tema en conversación,
le suplicó al anfitrión:
Repítame la pregunta.
Ayer nos dió una teoría
de cómo ser exitosos,
con ejemplos fabulosos,
llenos de sabiduría.
Nos explicó esta yautía,
que si vas a Puerto Plata
y se funde la culata
de tu Porsche Panamera,
el mayor fracaso fuera
hospedarte en La Mulata.
Pero si en ves de Santiago,
vas a Monseñor Nouél
y llegas como un lebrel
sin sufrir ningún estrago,
puedes decir que estás pago,
que ya alcanzaste tus metas,
y fluirán las papeletas
en tu camino exitoso,
como a Euri, Martínez Pozo,
o al ungido Juan Bragueta.
Es decir, según Gonzalo,
no hay que ser intelectual
para tus metas lograr
como lo hizo el pejepalo.
Solo comete un escualo
sin tragarte la espinas,
como Danilo Medina
se ha comido al pez León,
sin que te agarre un tapón
en un concho hasta Los Mina.
Juan de los Palotes
1 noviembre 2019